Crecí rodeada de personas que odiaban sus cuerpos y por esta razón, indirectamente yo también odiaba a mi cuerpo. No fue hasta que me gradué de la preparatoria que me comprometí conmigo misma para reconstruir mi autoestima. Dejé de tratar de cambiar mi cuerpo y aprendí a apreciarlo como es. Hay algunas cosas que de manera constante me ayudaron a disfrutar y amar el cuerpo que me tocó:
1.- Vestirte en frente de un espejo grande.
Inclusive si no te gusta lo que ves, necesitas saber cómo luce tu cuerpo. Estar familiarizado con él es clave para aprender a amalo. Yo hago esto todos los días y me ha ayudado bastante.
2.- Dejar de enfocarte en lo que tu cuerpo no es y empezar a enfocarte es lo que sí es.
Trata de filtrar poco a poco esos pensamientos dañinos de: «mi cintura no es suficientemente pequeña» o «Mis pompas no son tan firmes ni tan redondas», etc. Enfócate en las buenas cosas, como en lo bien que estas proporcionada o las lindas curvas de tus pantorrillas.
3.- Escoge una cosa que te guste de cuerpo y enfócate en eso.
Todos los días repite para ti misma que amas tus labios, orejas, tobillos, pecas, lunares, lo que sea. Luego, cada día, agrega una cosa más a tu lista. No pasa nada si te quedas con nada más que nombrar, lo importante es mantener tu enfoque en las partes de tu cuerpo que te hacen feliz, las partes con las que te sientes bien.
4.- No uses ropa con la cual no te sientas cómoda o no te favorezca.
Esto puedo parecer bastante obvio, pero es muy importante. Todas hemos tenido esos días en los que nada nos sienta bien. Inclusive si has planeado usar cierto conjunto para tu día, tómate unos minutos para pensarlo, verte al espejo y cambiar de decisión si es necesario. Salir de casa usando algo que no te agrada o que no te favorece puede arruinar todo tu día. Es primordial usar ropa con la que te sientas y te veas bien.
5.- No te compares con los demás.
Es de lo más común compararte con alguien más, como las famosos o modelos porque vivimos dentro de una industria que nos satura con imágenes de lo que debe ser la perfección, pero esto es una mentira. Ningún cuerpo puede ser igual. La gente tiene diferentes complexiones, diferentes pesos, diferentes estaturas. Jamás te verás como las modelos o las celebridades porque la mayoría de ellas están excesivamente procesadas y manipuladas con algún programa de edición, pero sobre todo, porque tu cuerpo es maravillosamente diferente de los demás y eso es algo por lo que hay que estar orgullosa. Tu cuerpo no le pertenece a nadie más que a ti, es completamente único y cuando logres darte cuenta de esto tu mundo cambiará. ¿No preferirías ser única a ser una copia de alguien más?.
6.- Aprecia lo que puede hacer tu cuerpo en vez de cómo luce.
Puedes cantar, correr, nadar, caminar, bailar, comer, leer, agarrar, pedalear, reir y brincar gracias a tu cuerpo. Es una magnífica herramienta que te ha permitido hacer tus cosas favoritas. Agradecer y apreciar esto en vez de pensar en cómo luce tu cuerpo es la mejor manera de empezar a amarlo y respetarlo de verdad.
No todos estos puntos trabajarán al mismo tiempo y puede ser que alguno no funcione para ti pero date una oportunidad y sobre todo ten paciencia, pues se necesita tiempo para cambiar tu percepción de las cosas, no va a a pasar de la noche a la mañana. A mí me tomó alrededor de dos años para estar completamente a gusto con mi cuerpo y aún tengo días malos. Hay algunas partes con las cuales no estoy del todo satisfecha. pero soy mucho más feliz con mi apariencia en general porque he sido constante y agradecida. Espero que estos tips sean de mucha utilidad para tu día a día. Aplícalos.
Kelsey Griffin.